¿Habrá algún significado presente del árbol navideño?
Cristo es quien cambia el dolor en risa, las tinieblas en luz y la muerte en vida (Salmo 126:2). Sólo en Cristo la desesperanza se torna en esperanza (Salmo 91:2) y la mentira es cambiada por la verdad (1 Juan 2:21). La celebración del nacimiento de Cristo es otra evidencia de que él es Rey del universo y que conquista los pueblos y naciones para su gloria. Dios está redimiendo al mundo para su gloria y eso es lo que vemos cuando se reclama no solamente el corazón de los hombres sino también sus costumbres para la gloria y alabanza de Cristo.
Tal como muchas palabras, frases, tradiciones y tantas otras costumbres han cambiado de significado, hoy día los árboles decorados en la época de fin de año también han cambiado de significado. Independientemente de cuál haya sido la historia de su origen (las cuales hay muchas), pensamos que el árbol de navidad es evidencia poderosa de que Cristo ha ganado y el diablo ha perdido. Los cristianos lo llaman el árbol de “la navidad”. Navidad significa ‘nacimiento’, particularmente el nacimiento de Cristo y por eso el árbol de navideño es utilizado para representar a Cristo, el verdadero árbol de vida y de luz. La lengua inglesa lo llama “Christ-mas Tree”. Es el “árbol de Cristo”. La iglesia ha hallado en la creación el árbol de pino es un símbolo apropiado porque es propio de la naturaleza de Cristo mismo.
En el hemisferio norte, donde se encuentra Israel, durante el tiempo y el lugar del nacimiento de Cristo, con la llegada del fin del otoño y el principio del invierno muchos árboles pierden sus hojas, pero el árbol de pino permanece verde. Aun en medio del frio y la sequía se pueden ver los arboles de pino retoñando entre la fría nieve.
Historia del árbol de Navidad
La siguiente cita tomada de Wikipedia (en inglés), nos dice que la práctica del abeto de navidad tuvo su origen en Alemania, particularmente entre los Protestantes Luteranos:
Un árbol de Navidad es un árbol decorado festivamente, generalmente una conífera de hoja perenne, como un abeto, una picea o un pino, o un árbol artificial de apariencia similar. La tradición del árbol de Navidad se origina en Alemania y generalmente se asocia con San Bonifacio y la celebración de la Navidad. La costumbre parece tener orígenes paganos y romanos antiguos". (enlace)". La costumbre se desarrolló aún más en la Livonia medieval (actualmente Estonia y Letonia) y en la Alemania moderna temprana, donde los cristianos protestantes alemanes llevaron árboles decorados a sus hogares. Adquirió popularidad más allá de las áreas luteranas de Alemania y las gobernaciones bálticas durante la segunda mitad del siglo XIX, al principio entre las clases altas.
El árbol estaba decorado tradicionalmente con "rosas hechas de papel de colores, manzanas, obleas, oropel [y] dulces". Los cristianos moravos comenzaron a iluminar los árboles de Navidad con velas, que a menudo fueron reemplazadas por luces navideñas después del advenimiento de la electrificación. Hoy en día, existe una gran variedad de adornos tradicionales y modernos, como guirnaldas, chucherías, oropel y bastones de caramelo. Se puede colocar un ángel o una estrella en la parte superior del árbol para representar al Ángel Gabriel o la Estrella de Belén, respectivamente, de la Natividad.[6][7] Los artículos comestibles como el pan de jengibre, el chocolate y otros dulces también son populares y se atan o cuelgan de las ramas del árbol con cintas. La Iglesia Católica se había resistido durante mucho tiempo a esta costumbre de la Iglesia Luterana y el árbol de Navidad del Vaticano estuvo en pie por primera vez en la Ciudad del Vaticano en 1982.
En la tradición cristiana occidental, los árboles de Navidad se erigen de diversas formas en días como el primer día de Adviento o incluso hasta la víspera de Navidad, según el país; las costumbres de la misma fe sostienen que los dos días tradicionales cuando las decoraciones navideñas, como el árbol de Navidad, se quitan son la Noche de Reyes y, si no se quitan ese día, la Candelaria, la última de las cuales termina la temporada de Navidad-Epifanía en algunas denominaciones.
*La imagen a la derecha muestra a Martin Lutero con su familia y el árbol de navidad.
Creemos que la Biblia demuestra que Cristo es representado por el árbol de la vida:
Revelación 22:2 En medio de la calle de la ciudad y a uno y otro lado del río estaba el árbol de la vida, que produce doce frutos, dando cada mes su fruto; y las hojas del árbol eran para la sanidad de las naciones.
También se dice metafóricamente que él es la rama que renace en medio de un tronco seco: Saldrá una vara del tronco de Isaí; un vástago retoñará de sus raíces (Isaías 11:1). El verde del árbol de navidad en medio de frío invernal nos recuerda como Jesús nació para traer vida a los hombres. Es símbolo de la esperanza de que el invierno no durará para siempre, sino que vendrá la primavera.
Tal como lo representa el árbol navideño lleno de luces. Con el nacimiento de Jesús se hizo realidad que Cristo es nuestra esperanza, la luz que vino a este mundo (Juan 1). La estrella puesta sobre el árbol nos recuerda los magos de oriente que vinieron a adorar a Jesús trayendo con ellos presentes y regalos. Esa luz resplandeciente, esa estrella de la mañana y sol de justicia no es otro que el verdadero Cristo, el rey del universo y señor nuestro.
Redimiendo la creación
Una de las metas del Reino de Dios en la tierra es la extensión y redención de todo debajo de los cielos. Desde los días del Antiguo Testamento la misión del pueblo de Diosera la de redimir al mundo pagana para el servicio del Dios verdadero. En las religiones paganas de antaño había prácticas que fueron incorporadas al sistema mosaico de leyes ceremoniales para tipificar y significar asuntos espirituales relacionados con el Dios verdadero. Una de tales prácticas lo fueron los sacrificios de animales. Varias religiones antiguas practicaron sacrificios a dioses falsos. Sin embargo, eso no significó que tales prácticas no pudiesen ser redimida para la verdader adoración a Dios y con un nuevo significado.
Otra de tales prácticas de las religiones paganas lo fue el bautismo o lo baños de purificación. Los antiguos practicaron tales rituales como limpiezas según sus religiones falsas, sin embargo, eso no fue motivo para que tales ritos de purificación fuesen adoptados e incorporados en la ley de Moisés y más adelante en el cristianismo. Leemos:
El mundo griego: Un baño en el santuario de Trofonion procuraba al iniciado una bendita inmortalidad aun estando en este mundo. Las religiones de misterio de ese período a menudo incluían ritos de ablución de inmersión o lavado del cuerpo con fines de purificación o iniciación. Otros conceptos que se dice que se asociaron con estas formas de bautismos de culto incluyen la transformación de la vida, la eliminación de los pecados, la representación simbólica, el logro de una mayor vitalidad física, un nuevo comienzo, la regeneración espiritual. Se cree que todas las religiones antiguas reconocían alguna forma de limpieza espiritual, renovación o iniciación que se lograba a través de un lavado o inmersión en agua.
Después de la llegada de Cristo la meta es la redención de todas las cosas. La naturaleza, las plantas, las gentes, y toda la creación está siendo redimida para la gloria de Cristo. Pablo lo pone de la siguiente manera:
Según su beneplácito, el cual [Dios] se había propuesto en sí mismo, 10 de reunir todas las cosas en Cristo, en la dispensación del cumplimiento de los tiempos, así las que están en los cielos, como las que están en la tierra. (Efesios 1:9-10)
El "dios no conocido"
Tal como Pablo indicó que “el dios desconocido” a quien los griegos adoraban sin conocerlo (Hechos 17:23) era el verdadero Dios del universo, creador de los cielos y la tierra, nosotros podemos hacer lo mismo, llevar los pueblos a la adoración, no de un árbol sino de aquel que es el verdadero árbol de vida y fuente de salud y esperanza para todos cuantos se acercan a él.
No pensamos que Dios se disguste porque le digamos al mundo que Cristo es “el árbol de la vida”, que trae sanidad a las naciones, que pongamos luces y cantemos “gloria a Dios en las alturas y en la tierra paz; buena voluntad para los hombres”. Ningún cristiano que pone un árbol navideño lo hace para adorar el árbol ni mucho menos pensando en los demonios ni en una deidad pagana. Al contrario, lo hace para alabar y glorificar a Dios y darle el honor como solamente el merece. Como dijimos antes, Dios cambia las tinieblas en luz. La navidad es un tiempo para recordarle al mundo que Dios cumple sus promesas, que Dios se hizo hombre y que su luz alumbra el mundo.
J.L. Trujillo
Diciembre 26, 2010.